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¿Deben ser bautizados los niños?

 

¿Deben ser bautizados los niños?

por R. L. Morrison

Una norma bien común entre algunos grupos religiosos hoy día es un proceso que le llaman el "bautismo" de un niño. Varios grupos lo representan en varias maneras, pero al fin y al cabo las enseñanzas son iguales. Un grupo enseña que "la necesidad del bautismo infantil se deduce del hecho que han contraído la culpa del pecado original, el cual sólo se remite por el bautismo". Otro enseña que ya que los niños son miembros del reino de Dios, tienen derecho al bautismo. Y otro grupo más enseña que los hijos de creyentes, antes de alcanzar la edad de responsabilidad personal, deben ser bautizados por la fe de sus padres.

Examinemos estas doctrinas y prácticas en vista de la Palabra de Dios. Si tal estudio establece que los niños pueden y deben ser bautizados, entonces todos debemos practicarlo. Si se determina que los niños no sean recipientes apropiados para el bautismo, y que la Palabra de Dios no lo autoriza, entonces ¡nadie que quiere agradar a Dios debe practicarlo!

Que el bautismo es un tema bíblico y que es necesario para la salvación no se pueden negar. Sería posible citar muchas escrituras si no fuera por falta de sitio aquí, pero debe ser suficiente la declaración que Jesús hizo a los apóstoles. Dijo, "...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Mar 16:15-16). De esta escritura aprendemos que el evangelio debe proclamarse, y que para ser salvo, hay que oírlo, creerlo, y obedecerlo.

En Hechos 8, hallamos el relato de un etíope viajando por un camino. Estaba leyendo del libro profético de Isaías. Felipe se reunió con él y empezando desde esa escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Al oír lo que Felipe dijo acerca de la profecía y de su cumplimiento en Cristo, preguntó, "Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?" Y al confesar su fe, Felipe descendió con él al agua y lo bautizó. Esto ocurrió en obediencia al mandamiento de Jesús. El etíope oyó el evangelio, las buenas noticias de salvación en Cristo, lo creyó, confesó su fe, fue bautizado, y siguió gozoso su camino.

El bautismo bíblico requiere el oír, la comprensión, y la creencia de la parte del candidato bautismal. En toda la Biblia, ni siquiera hay mención de una persona bautizada por la fe de sus padres (ni tampoco por la de nadie más). Por supuesto, todos sabemos que un niño ni puede oír (es decir, en el sentido de comprender) ni puede confesar fe porque no la tiene y no puede hablar. Algunos practicantes del bautismo infantil admiten libremente que no hay mención del bautismo de niños en el Nuevo Testamento. Su práctica tiene su base en "quizases" y en doctrinas de hombres.

Ahora bien, considere un otro ejemplo del bautismo en el Nuevo Testamento. En Hechos 2, leemos de la conversión de como 3000 en un día. Ellos oyeron a Pedro y a los demás apóstoles que predicaron a Cristo, el Salvador crucificado, sepultado, y resucitado. Se convencieron que Jesús era y que es el Hijo de Dios. También se convencieron que eran culpables del pecado. Se compungieron de corazón preguntando, "Varones hermanos, ¿qué haremos?" Contestó Pedro, "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados". Otra vez vemos el cumplimiento del mandamiento de Jesús. Ellos oyeron, creyeron lo que oyeron, y admitieron su fe al preguntar qué hacer. Recibieron felizmente la contestación de Pedro y como 3000 fueron bautizados. El bautismo bíblico requiere lo que un niño no puede hacer. Dios no nos exige lo que sea fuera de nuestra capacidad. Por eso, Dios no manda el bautismo infantil.

Este error resulta de un malentendido de escritura. Los que practican el bautismo infantil, o creen que un niño nace ya culpable del pecado, o que el bautismo es algo que los salvos deben obedecer. "Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos" (Mat 19:14). El reino de los cielos no consiste en pecadores. Niñitos no son pecadores. El bautismo es para perdón de los pecados. Pedro dijo que nos salva (1 Ped 3:21). La Biblia jamás dice que el bautismo es una acción para un salvo, sino que es para la salvación de un pecador. El bautismo no es para niñitos.

Ya que muchas iglesias enseñan el bautismo infantil, examinaremos algunos pasajes que se ofrecen para justificar esa práctica.

Hay dos ejemplos de conversión en Hechos 16 que se ofrecen con frecuencia como evidencia de esto. Cuando Pablo llegó a Filipos, le habló un sábado a un grupo de mujeres a la orilla de un río. Lidia, una vendedora de púrpura, oyó a Pablo y creyó el evangelio que predicó. "Y cuando fue bautizada, y su familia", los obligó a quedarse en su casa. Algunos dicen que si su familia fue bautizada, esto incluyera posiblemente a niños. El segundo ejemplo es el del carcelero de la misma ciudad. Al oír el evangelio predicado por Pablo y Silas, él y su familia fueron bautizados en aquella misma hora de la noche. Otra vez se argumenta que posiblemente hubiera niños o muchachos en la familia que fueron bautizados.

Así que, ¿tenemos la autoridad para el bautismo infantil? ¡NO! Tenemos puras suposiciones. Nadie puede probarlo por las escrituras. Pablo conocía la palabra del Señor quien dijo, "El que creyere y fuere bautizado, será salvo". Siendo un fiel discípulo del Señor, no violó el mandamiento del Señor bautizando a alguien incapaz de creer el evangelio.

Una denominación usa un manual que simplemente dice, "El bautismo siendo el símbolo del Nuevo Testamento, los niños pueden ser bautizados". Ninguna prueba bíblica se ofrece que el bautismo sea un símbolo del Nuevo Testamento, ni una que autorice el bautismo de niños. Ésta es una doctrina de hombres, no de Dios.

Ahora repasemos algunos ejemplos del bautismo en el Nuevo Testamento. En Hechos 3, hallamos el relato de Pedro curando a un cojo. Era bien conocido que éste fue cojo, y su curación atrajo a una muchedumbre. Pedro les predicó, pero los saduceos no aprobaron y mandaron que ellos fueran encarcelados. El relato dice que los creyentes eran como 5000. Por supuesto, al creer, ellos fueron bautizados. Es dudoso que alguien quiera incluir a niños en ese número. El relato menciona a "creyentes", no a niñitos.

Precisamente antes de su ascensión, Jesús les encargó a los apóstoles la responsabilidad de predicar el evangelio. Examinemos dos distintos relatos de esto: "...id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado..." (Mat 28:19-20) e "...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Mar 16:15-16). Note: Jesús dijo ENSEÑAR, BAUTIZAR, y ENSEÑAR. ¿Cómo pueden ser enseñados los niños? ¿Cómo pueden creer si no pueden comprender?

En esta breve investigación, no hemos considerado todos los ejemplos del bautismo que el Nuevo Testamento nos cuenta. Sin embargo, hemos determinado que el bautismo autorizado en el Nuevo Testamento no aplica a niños ni a los que no pueden oír y entender. El bautismo infantil no es algo que Dios ordenó sino que es una doctrina de hombres.

AHORA, una pregunta: ¿Cómo puede alguien leer y creer lo que Jesús dijo y a la vez creer y enseñar que los niños deben ser bautizados?

¿Qué cree Ud.? ¿Ha sido bautizado bíblicamente Ud.?