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Dios y Ud.

 

Dios y Ud.

por R. L. Morrison

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gen 1:1). Los siguientes versículos del capítulo revelan que creó la luz y prosiguió a crear todo lo material. En el versículo 26 de este capítulo leemos que Dios dijo, "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..." En el versículo 27 leemos, "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". En Génesis 2:7 hallamos qué Dios usó para crear al hombre: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente". En los versículos 21 al 24, hallamos cómo Dios creó a Eva (la mujer), la cual le dio a Adán (el hombre) por esposa. La raza humana es la descendencia de aquellos dos.

En Juan 4:24 encontramos información que nos revela la naturaleza de Dios: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren". Escribió Moisés "El eterno Dios es tu refugio" (Deut 33:27). La palabra "eterno" quiere decir "perpetuo", "que no tiene fin"; lo eterno jamás cesará de existir, sino que perdurará para siempre.

En 1 Tes 5:23, Pablo nos dice que el hombre es un ser de tres partes: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo". Según Pablo, consistimos en espíritu, alma, y cuerpo. Ya aprendimos que Dios formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra, que sopló en su nariz aliento de vida (el espíritu del hombre). Así fue el hombre creado en la imagen de Dios--eterno al igual que Él.

Dios ordenó que todo ser humano empezara a existir de la misma manera, y que cada uno de nosotros consistiera en cuerpo, vida, y espíritu. El aliento de vida deja el cuerpo físico atrás al momento de la muerte física. Pero el espíritu del hombre NO MUERE, NI CESA DE EXISTIR. Es la parte del hombre que es en la imagen de Dios. Todo ser humano fue hecho así. Sí hay quienes no están de acuerdo con eso, pero sabrán de su error demasiado tarde para corregirlo.

Pero entre la humanidad, hay muchas gentes distintas. Probablemente la diferencia más sobresaliente es el color de la piel. Pero el color de la piel no afecta la relación que uno tiene con Dios. Todos somos seres humanos. Entramos al mundo por el mismo proceso. Ninguno de nosotros pudo escoger el color de su piel, su nacionalidad, ni su sexo. Todo el mundo sabe que eso es la verdad. Cada persona tiene una relación con Dios, sin tener en cuenta su raza, color, ni sexo, y esta relación tiene porque el ESPÍRITU es hecho en la imagen de Dios. Recuerde que Dios es eterno, así como es el espíritu dentro de Ud. Nunca cesará de existir, pero sabemos que el cuerpo, por supuesto, ha de morir. "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Heb 9:27). La muerte física es una separación de la vida y el espíritu del cuerpo. El espíritu vuelve a Dios quien lo dio.

Dios amó y aún ama la humanidad, la cual creó. Dios nos conoce a todos. Sabe de nuestras acciones, nuestros pensamientos, y nuestro modo de vivir. Desea la salvación eterna para toda persona (véase Juan 3:16). Dio a su Hijo, como dijo Juan, para ser el sacrificio por nuestros pecados.

Aunque Dios nos ama de tal manera que hizo aquel sacrificio, el perdón de nuestros pecados se adquiere condicionalmente. En otras palabras, Dios ha dado un sistema de leyes bajo las cuales debemos vivir para agradar a Dios. Jesús entró al mundo como hombre, vivió una vida perfecta y sin pecado, y por eso pudo ser el sacrificio que nos limpia y nos libra de la culpa de nuestros propios pecados. Pero nuestro perdón requiere nuestra obediencia al evangelio.

Ahora bien, para que nadie piense que no haya pecado, el Nuevo Testamento dice "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Rom 3:23). Y escribe lo mismo Juan: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" (1 Juan 1:8).

Hay cuatro pasajes que definen el pecado. Leámoslos: (1) "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4), (2) "Toda injusticia es pecado..." (1 Juan 5:17), (3) "y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Stg 4:17), y (4) "...todo lo que no proviene de fe, es pecado" (Rom 14:23). (Esta última se refiere al que viole su consciencia. Por ejemplo, uno que duda que cierta práctica esté bien, viola su consciencia al hacerla.) Mucho más queda todavía para decir acerca del pecado, pero debemos recordar que todos han pecado, y para ser justificado con Dios, HAY QUE aceptar los términos para el perdón que Dios reveló al hombre. Estos términos se encuentran en el Nuevo Testamento. Considere, por favor, algunas cosas que tienen que ver con esta revelación de Dios.

Mientras Jesús vivía en la tierra, eligió a doce hombres para ser discípulos más íntimos. Les enseñó por alrededor de tres años y medio. Después de su resurrección, siguió enseñándoles, pero además prometió enviarles el Espíritu Santo. Cuando vino el Espíritu, había de guiarlos a TODA la verdad (Juan 14:26Juan 16:12-15). La verdad que ellos revelaron se le dice el Nuevo Testamento. Es perfecto, una ley completa de libertad. Cuando uno lo cree y lo obedece, se libra del pecado. Su pecado es borrado de la memoria de Dios y él está justificado con Dios.

Ahora veamos lo que el Espíritu Santo (por medio de los apóstoles) dijo a la gente que hiciera. Busque Hechos 2. Un gran número de gente estaba reunido. Allí los apóstoles (por medio del Espíritu Santo), comenzaron a hablar en muchas diferentes lenguas, y la gente se interesó. En el versículo 14, leemos que Pedro alzó su voz para predicar al pueblo. Al fin (el versículo 37), creyeron lo que Pedro enseñó y preguntaron qué hacer. Pedro les dijo, "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (el versículo 38). Aproximadamente 3000 de ellos acataron y fueron añadidos a la iglesia (el versículo 47).

Aquí, entonces, tenemos el plan de Dios para la redención del hombre: oír, creer, arrepentirse, confesar la fe en Cristo, y ser bautizado. Precisamente lo mismo se requiere la gente de hoy día. Ellos volvieron del pecado para vivir justamente. Así debe vivir el hombre actualmente. Cuando uno cumpla las condiciones que Dios ha puesto, ése es perdonado. Está justificado ante Dios, y mientras que viva justamente, así queda.

Pero hay algo más para considerar: que esto es para TODA raza. No hay otra manera para obtener ese perdón y ser justificado. Viene el día cuando fenecerá el tiempo. Este mundo y TODO lo que Dios creó será quemado (2 Ped 3:7-12).

Todos los muertos serán resucitados y arrebatados para aparecer ante el tribunal de Jesucristo (Juan 5:28-291 Cor 15:21-26). Fíjese en Mat 25:31-46. En aquel día, Ud. estará allá y se encontrará o a su diestra o a su siniestra. Su destino habrá sido determinado. No será posible evitar ni escapar este juicio. El resultado será ETERNO: LA VIDA ETERNA o LA TORMENTA ETERNA. ¡Ud. es el que determina su destino por cómo vive aquí ahora! Su raza, color, país natal--nada de eso importa. Ud. es hecho en la imagen de Dios--¡existirá para siempre! ¡Dios le ama! ¿No quiere Ud. amar a Dios también?

Ud. mismo tiene que escoger. ¡Obedezca el evangelio de Cristo ahora mismo! Viva como dirigió y Ud. puede morar en su presencia eternamente. Si Ud. rehusa, será echado a la tinieblas con Satanás y los que le sirven... ¡para siempre jamás!

La decisión es suya. ¿Por qué no tomarla hoy mismo? Recuérdese: ¡este momento pudiera ser su única oportunidad!